La mayor parte del dolor cervical es transitorio de causa desconocida. Aunque el dolor de cuello (en la columna cervical) es menos común que la lumbalgia (en la columna lumbar), millones de personas experimentan un dolor de cuello, o un dolor de brazo relacionado, en algún momento de sus vidas.
Sufrir de dolor de cuello no es normal. El dolor cervical puede empezar en cualquiera de las estructuras del cuello, incluyendo músculos y nervios, al igual que vértebras de la columna y los discos amortiguadores entre ellas.
También puede provenir de otras áreas del cuerpo cercanas al cuello, como los hombros, la mandíbula, la cabeza y la parte superior de los brazos. El cuello es la parte más vulnerable de la columna, es muy susceptible al estrés y la tensión.
Cuando el cuello presenta dolor, es posible que la persona tenga dificultad para moverlo, especialmente hacia un lado, lo cual es descrito por muchas personas como cuello rígido.
El dolor de cuello puede provocar dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, dolor de hombros, brazos y manos e incapacidad para girarse y flexionarse.
Principales causas que lo producen
Dolencias de cuello, hombro y brazo pueden ser el resultado de un golpe, accidente, rectificación cervical o la distención de un músculo al llevar demasiado peso o al practicar deporte. Sin embargo, muchos dolores de estas partes del cuerpo tienen su origen común en las cervicales. Las zonas más frágiles de la columna que sujetan la cabeza, la cual pesa entre 8 a 12 libras, mientras permiten la rotación de la misma.
El adormecimiento de las manos o dolor en los brazos es muy común después de una lesión en el cuello. La parte baja de las cervicales controlan todo el brazo y sus funciones. Es muy importante que si sufre de estos síntomas buscar ayuda lo antes posible.
Dolor de cuello agudo
La mayoría de los casos de dolor de cuello agudo se deben a una distensión muscular o una distensión de otras parte blandas (ligamentos, tendones). Este tipo de lesión puede ser causada por una fuerza violenta (tal como un esguince cervical sufrido en un accidente automovilístico) o por una distensión del cuello (tales como una rigidez de nuca por haber adoptado una mala postura al dormir o una distensión por haber cargado una maleta pesada).
Prevención
- Utilizar técnicas de relajación y ejercicio regular para prevenir estrés y tensión indeseables en los músculos del cuello.
- Aprender ejercicios de estiramiento para el cuello y la parte superior del cuerpo. El estiramiento se recomienda todos los días, especialmente antes y después del ejercicio. Un fisioterapeuta puede ser de mucha ayuda en este aspecto.
- Si usted tiende a sufrir de dolor cervical por el ejercicio, aplique hielo en el cuello después de la actividad física.
- Asegurarse de adoptar una buena postura, especialmente al sentarse frente a un escritorio la mayor parte del día, manteniendo un apoyo en la espalda.
- Ajuste el monitor del ordenador al nivel de los ojos, con lo cual se evita tener que mirar continuamente hacia arriba o hacia abajo.
- Si usted trabaja con un ordenador, estire el cuello cada hora más o menos.
- Utilizar un juego de audífonos cuando está al teléfono, especialmente si el hecho de responder o usar éste aparato es parte principal del trabajo.
- Al leer documentos en el escritorio, colóquelos en un sujetador a nivel del ojo.
- Evaluar las condiciones de sueño. Asegúrese de que la almohada esté brindando el apoyo apropiado y cómodo para el cuello y la cabeza, y es probable que se requiera una almohada especial. Asimismo, verifique que el colchón sea lo suficientemente firme.
- Utilizar cinturones de seguridad y cascos para bicicleta con el fin de prevenir lesiones.
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