sábado, 8 de octubre de 2011

ARROZ PASADO



Si al preparar un plato con arroz descubres que se ha quedado muy blando, puedes seguir este truco para recuperarlo:

Primero enjuágalo y mételo después en el horno a temperatura media durante unos minutos.

Salvarás la situación.



SEPARAR LAS CLARAS




Es tan sencillo como romper el huevo sobre un embudo estrecho.

Eso sí, debes hacerlo con cuidado para que no se rompa la yema. Conseguirás aprovechas las claras al 100%.

CEBOLLA EN LAS ENSALADAS




Reducirá su ácidez y le dará un toque original a la cebolla sí, tras picarla, la sumerges en un cuenco con vinagre.



ADEREZO PARA ENSALADAS




Un exquisito aderezo para las ensaladas consiste en mezclar yogurt natural con un poco de aceite, vinagre y unas hojitas de menta.



TORTILLA DE PATATA MÁS ESPONJOSA



La tortilla de patatas quedará más esponjosa si bates por un lado las claras a punto de nieve y por otro las yemas y luego lo mezclas para añadir las patatas y la cebolla bien picadita.



sábado, 1 de octubre de 2011

CHOCOLATE PARA DECORAR



Si tienes que hacer adornos de chocolate con la manga pastelera, puedes añadir un poco de miel al chocolate fundido (una cucharadita para 100 gramos).

Así, la cobertura se enducerá y quedará más brillante.



FRITOS CON BUENA PRESENCIA



Para que no se queme el aceite de una sartén y los fritos acaben poniéndose negros, echa un palillo en el aceite antes de empezar a freir.

Las frituras quedarán bien doradas, pero nunca ennegrecidas.



ALCACHOFAS FRESCAS

 
Cuando compres alcachofas y no vayas a utilizarlas en un par de días, mételas en un vaso de agua con el tronco en remojo. Se conservarán más tiempo frescas.
 
Si lo que necesitas para cocinar es el corazón de la alcachofa, tendrás que retirar el tallo y cortar las hojas más o menos hacia la mitad. Después ve retirando las hojas exteriores de la alcachofa.
 
Elimina poco a poco las hojas más duras que quedan por fuera, para terminar sacando los pelillos del interior de la alcachofa.
 
Si vas a freír las alcachofas debes cortar las puntas de las hojas y retirar las hojas exteriores hasta llegar casi al corazón y pelar el tallo.
 
Una vez limpia, divide la alcachofa en medios, cuartos u octavos, dependiendo de tu necesidad para cocinarlas.
 
Recuerda que para evitar que se oxiden debes rociarlas con un chorrito de limón. Así evitarás que cojan el feo color oscuro del oxido.
 
 
 

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