Durante algún tiempo fue el alimento mas controvertido de la frutoterapia debido a su excesiva acidez. Pero, después de demostrarse sus propiedades antibióticas y antisépticas, junto al refuerzo que produce en las defensas, se utiliza sin problemas. Tonifica el corazón y los vasos sanguíneos, reduciendo la viscosidad de la sangre y favoreciendo la secreción de los jugos digestivos (gástricos, pancreáticos, etc.). Es excelente para eliminar toxinas del organismo y estimula las secreciones biliares por lo que es un buen aliado para las enfermedades hepáticas y vesiculares. También facilita la eliminación del colesterol.
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