La calabaza es un alimento que contiene gran cantidad de carotenos (tienen la propiedad de inhibir el cáncer, prevenir enfermedades oculares y auditivas, son antioxidantes, disminuyen el colesterol). También es rica en vitamina C y acido fólico. Tiene gran cantidad de potasio, lo que ayuda a eliminar agua del organismo, y fibra, y solo tiene 13 calorías por 100 gr. (calabaza común).
Puedes hacerla asada: córtala en trozos grandes, quita las semillas pero deja la piel para que no se desmorone, colócala en una fuente para horno sin amontonar y espolvoréala con azúcar (si la quieres muy dulce, para un kg. de calabaza 300 gr. de azúcar, blanca o morena, pero con menos también sale muy bien). Echa un poco de agua en el fondo de la fuente, unos 2cm. Métela en el horno precalentado a 180º y deja que se haga hasta que este blanda, unos 30-40 minutos dependiendo del grosor y de lo tierna que la quieras. Durante la cocción riégala varias veces con el jugo que va soltando. Retira la piel y puedes servirla sola, con su jugo, con un toping, o con queso de untar, nata, helado, bizcochos, frutos secos…
O puedes hacerla cocida, como mermelada o dulce de calabaza:
Pela la calabaza, retira las semillas y corta en trozos pequeños, coloca una capa en el fondo de una cacerola, espolvorea con azúcar (el azúcar total que necesitas es para 1 kg. de calabaza ¾ de kg. de azúcar y puede ser blanca o morena), pon otra capa de calabaza y azúcar hasta terminar. Deja que macere en el frigorífico 8 horas como mínimo para que suelte todo su jugo. Pasado el tiempo de reposo, añade el zumo de 1 naranja y de 1 limón (los cítricos aportan más sabor y ayudan a su conservación, pero se puede hacer solo con el jugo que ha soltado al macerar y un poco de zumo de limón), un trozo de canela en rama, 6 semillas de cardamomo (optativo), ralladura de naranja y ½ cucharadita de jengibre rallado (optativo). Pon la cacerola a fuego fuerte y cuando comience a hervir bájalo al mínimo y cocínala suavemente hasta que este muy tierna y se deshaga, unos 40 minutos. Durante la cocción tienes que remover con frecuencia para que no se pegue y se queme. Cuando cambie de color y tenga consistencia de mermelada, separala del fuego, retira la canela y aplástala con un tenedor o tritúrala ligeramente, según la prefieras.
Si has hecho bastante cantidad, envásala caliente en frascos esterilizados con cierre hermético. Este dulce te servirá para rellenar buñuelos, empanadillas, hojaldres, tartas o untar galletas o tostadas… Pero si prefieres hacerla para cortar, como el membrillo, cuécela más tiempo, sin parar de remover, hasta que se evapore el liquido y se separe de las paredes y el fondo de la cacerola, después vuélcala, en caliente, en un molde rectangular para que coja forma al enfriarse.
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